Cooperación para el cambio
Victoria en el Amazonas
La decisión del órgano federal ambiental (IBAMA) de suspender la licencia del proyecto le da un respiro a la comunidad porque aunque el proyecto solo estaba en proceso de planificación, la comunidad ya había empezado a sentir sus consecuencias.
“Algunas personas ya habían empezado a vender su tierra. Pero yo no quiero irme” cuenta Josefina quien lleva 50 años viviendo en la comunidad Pimental, toda una vida que veía amenazada por la construcción de la hidroeléctrica.

“Me da miedo vivir en una ciudad, creo que nunca me acostumbraría. En la ciudad hace mucho calor, hay mucho tráfico y me asusta. Aquí vivo en paz. Pero si la hidroeléctrica viene, me veré obligada a marcharme a la ciudad.” dice Tereza Lobo Pereira, pequeña agricultora de la comunidad Pimental.
“Ahora estamos más organizadas. Incluso algunas personas que al principio estaban a favor de la hidroeléctrica ahora se han dado cuenta de que las cosas no iban a ser como la empresa prometía. Debemos estar unidos (la comunidad), si no, no conseguiremos nada” asegura Joilma Joaquina Damasceno de Oliveira, coordinadora de la Asociación de pescadores y residentes de Pimental.
Ellas son tres de las muchas mujeres que han luchado por la suspensión de la licencia a la hidroeléctrica y en defensa del Amazonas. Nuestra contraparte el Movimento dos Atingidos par Barragens (MAB) trabaja en esta región para que las mujeres afectadas por las represas puedan tener la capacidad y el conocimiento que necesitan para defender sus derechos y mantener a la comunidad unida. Cuando poderosas multinacionales llegan a las comunidades con promesas de futuro, es importante que estas puedan tener la información que necesitan para decidir libremente sobre el futuro de su territorio y de sus vidas.
Desde InspirAction apoyamos el trabajo de MAB y de las contrapartes porque pensamos que el desarrollo de un país no tiene por qué oponerse al cumplimiento de los Derechos Humanos de toda la ciudanía. Con nuestro trabajo ponemos el foco en la defensa de los colectivos más vulnerables como son las mujeres, las comunidades indígenas y los Quilombolas. Además trabajamos para asegurarnos de que estas comunidades puedan vivir bien de forma sostenible.
Es importante impulsar una alternativa económica que frene los impactos del modelo brasileño de crecimiento económico que está dando prioridad a los megaproyectos de infraestructura en vez de garantizar la vida plena y sostenible de las comunidades más vulnerables.