Cooperación para el cambio
Su determinación acabará con su esclavitud
Más de 100 años después estamos lejos de hacer de ese reconocimiento una realidad.
“A menudo ocurre que necesitamos comida o medicinas pero no tenemos dinero para comprar. ¿Y qué podemos hacer? Solo seguir intentándolo”.
Bebé Albenize quilombola de la comunidad Albuí, recolectora de nueces
Domingo y Bebé forman parte de una comunidad Quilombola de Brasil. Allí el 53,6% de la población es afrodescendiente, sin embargo viven aún excluidos. Los Quilombolas son descendientes de esclavos negros que huyeron a la selva para sobrevivir en libertad. De las casi 3000 comunidades en las que viven 1,7 millones de personas, solo 230 tienen un título de propiedad sobre sus tierras. “A los esclavos no les pertenecía ni su casa” decía Domingo. Y aún no les pertenece.
En los últimos años con el auge del movimiento quilombola y la aparición de algunas mejores políticas sociales se han conseguido algunos avances. Sin embargo, la tasa de malnutrición crónica entre niños y niñas Quilombola sigue siendo de un 11,5% en 2014. Un lamentable testimonio de la desigualdad de la que intentan huir de nuevo.
Ser la mejor no es suficiente para alimentar a tus hijos

Los árboles de la nuez de Brasil son los más altos y de los más ancianos de la selva amazónica, llegan a medir 50 metros de altura y dos de ancho. Sus ramas alcanzan el cielo y viven hasta 1000 años. Es muy difícil cultivar sus nueces que necesitan de la selva virgen para reproducirse. Todas las nueces que se consumen a nivel internacional provienen de allí. Son recolectadas a mano y tras largas caminatas por la selva. Ellos, los quilombolas, son los únicos que saben cómo cultivarlas y de generación en generación transmiten sus conocimientos. Las nueces de Brasil son su principal fuente de ingresos y son además una buena fuente de calorías para los niños y niñas. Sin embargo su trabajo está muy mal pagado, lo que les mantiene en la pobreza.
Con nuestro trabajo estamos apoyando a las comunidades quilombolas de una manera multidimensional. Con organizaciones como la Comissao Pro-Indio https://www.inspiraction.org/contrapartes/cpi trabajamos para que el gobierno les entregue los títulos de sus tierras, un requisito imprescindible para que puedan defenderla de los especuladores de recursos naturales. Además apoyamos su trabajo como recolectores para que puedan vivir de forma digna evitando que los más jóvenes tengan que emigrar involuntariamente a las ciudades donde son marginados y explotados. Les apoyamos también para que el gobierno cumpla su derecho de acceso a servicios públicos básicos como la educación o la sanidad.
Porque los quilombolas no son solo dignos de tener los mismos derechos que los demás si no que son los guardianes del Amazonas, pulmón imprescindible del aire que todos respiramos.
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